Programas

El programa no solo es el dato de partida expresado por un comitente o circunstancia, sino también todo aquello no dicho, no previsto, no planificado de la arquitectura. Una de las grandes oportunidades de nuestro trabajo es migrar de un modelo programático de consignas cerradas e inamovibles a otro de posibilidades e invitaciones permanentes. Necesitamos una arquitectura que funcione sin prohibir, que esté completa sin someter y que pueda resignificarse con la presencia del usuario. Si en el siglo pasado la forma era en sí misma una declaración de principios universales y solemnes, en este que transitamos, el contenido político se expresa sutilmente y con menos pretensiones en la definición del programa.